Todo lo que se desarrolla por primera vez debe ser regulado y el coche autónomo no podía ser menos. Con mayor motivo si, el hecho de que un vehículo independiente conduzca por nosotros, es una realidad cada vez más cercana.
Con la llegada de Tesla, empresa que fabrica y vende coches eléctricos, España se prepara para el cambio legal que supondrá la circulación del coche autónomo en las carreteras. Este hecho ha conllevado que la Dirección General de Tráfico se prepare para implantar las primeras medidas regulatorias.
La DGT ha impulsado un proyecto de Movilidad Autónoma y Conectada para trabajar sobre el primer reglamento que regule este tipo de automóviles. En el texto se indicarán definiciones, requisitos para poder conducir el coche y niveles de automatización de los vehículos. Esto se debe a que, en 2018, se espera que en las calles ya haya coches con niveles de autonomía 3 (que permiten la conducción autónoma en entornos controlados como autopistas) y de nivel 4 (que permite conducir sin supervisión del conductor).
La DGT aprobó una normativa que autoriza a las empresas automovilísticas a probar los coches por las carreteras españolas. La primera prueba fue superada por un Citroën C4 Picasso que circuló desde Vigo a Madrid. El vehículo estaba preparado para adaptar la velocidad por sí mismo y decidir cuándo adelantar a otros coches durante el recorrido. Esto fue posible gracias a que España, a diferencia de otros países europeos, no se adhirió a la convención de Viena firmada en 1968. Este acuerdo establecía ciertas limitaciones en el ámbito de la circulación vial, ya que considera que todo vehículo en circulación requiere de un conductor, hecho que no ocurre con el coche independiente.
El año 2020 será clave para la implantación del vehículo autónomo. Por ello, desde el pasado año, se está preparado el terreno y se aprobó el aparcamiento automático, por el que un conductor puede estar fuera del coche mientras éste se estaciona solo.
Estos avances en la regulación son fundamentales para entender mejor el fenómeno del coche independiente y los problemas que puedan surgir de esta tecnología tan innovadora. Para ello, a la hora de legislar en esta materia, hay que tener en cuenta que lo más acertado es llegar a un acuerdo a nivel europeo, puesto que al tratarse de un mercado único se requieren reglas de movimientos comunes en todos los estados miembro.
