Los autónomos que están empezando su actividad pueden encontrar a menudo varias dudas y retos en cuánto a su situación. Una de ellas suele ser en cuánto a su estabilidad económica. Y cuando estos problemas económicos aparecen, posiblemente lleguen a un punto en el que no puedan sostenerse ante las deudas adquiridas.
En ese caso nos preguntamos. ¿Puede un autónomo declararse insolvente? La respuesta es sí. Y en el siguiente blog trataremos de aclarar todas tus dudas.
Tipos de insolvencia
Que un autónomo sea insolvente significa que es incapaz de continuar con sus compromisos de pago. Esto incluye a Hacienda, proveedores, empleados o cualquier otro acreedor. Esto lo podemos dividir en dos tipos de insolvencia: inminente y actual.
La insolvencia inminente prevé la imposibilidad de liquidar las deudas, aunque todavía no se haya llegado a las fechas en las que se considera que hay un impago. Por su parte, la actual, ocurre cuando ya se ha incumplido con los pagos acordados.
¿Cuáles son los requisitos para poder declararse insolvente?
Aunque la llamada Ley de Segunda Oportunidad contempla algunas situaciones, como que tiene que haber dos o más obligaciones favor de dos o más acreedores por un plazo de 90 días, o que haya una o dos demandas de ejecución, tenemos que identificar que el autónomo sea realmente insolvente. Al final cada autónomo tiene que ser consciente de que se encuentra en una situación de insolvencia, ya sea actual o inminente.
Una vez el autónomo se reconozca como insolvente, lo que tendrá que hacer es acudir a un procedimiento ordenado para liquidar sus deudas, ahí es cuando recomendamos ponerse en manos de un profesional. Al presentar el concurso de acreedores voluntario, el autónomo se adelanta a que le puedan llegar a presentar un concurso necesario. Tras esto, se designa un Administrador Concursal y el autónomo acudirá con su abogado para la elaboración del plan.
Además, los autónomos que inicien un concurso de acreedores podrán acceder a quitas de hasta 10.000 euros de deudas pendientes con Hacienda y de otros 10.000 euros con Seguridad Social. En total pueden llegar hasta los 20.000 euros.
Todos sabemos que declararse insolvente es un punto de inflexión al que ningún autónomo quisiera llegar. Sin embargo, es importante saber que existen profesionales como los #gA que pueden ayudarte en caso de ser necesario.