Los vehículos eléctricos o híbridos son el futuro, aunque cada vez más presente. En pleno debate internacional sobre la contaminación real que produce el diesel, parece claro que a medio plazo este tipo de automóviles terminarán por imponerse en las grandes ciudades. De hecho, las administraciones están dado pasos para favorecer la implantación de estos vehículos más eficientes. Ayudas para la implantación de puntos de recarga, cambios normativos para incluir estos puntos en garajes comunitarios, ventajas fiscales para los propietarios de los vehículos eléctricos… son sólo algunas de las medidas encaminadas a facilitar la adquisición de estos coches.
Ayudas públicas para la adquisición de vehículos eléctricos.
La Junta de Andalucía comenzó a mediados de 2014 a otorgar subvenciones para la compra de vehículos eléctricos o eficientes, ya fuesen híbrido, de gas licuado o gas natural. Estas ayudas llegan hasta los 5.000 euros en algunos casos. Por su parte, desde el Ministerio de Industria también se puso en marcha el denominado Plan Movele que, sin embargo, agotó sus fondos antes de los previsto y en la actualidad se esté pendiente de que se anuncie una nueva edición. Son planes de estímulo similares al PIVE que los fabricantes de vehículos eléctricos lo han acogido de forma tan positiva que, incluso, han reclamado recientemente que se implante un Plan Movele de forma permanente.
Infraestructuras para recargar el vehículo eléctrico.
El Gobierno aprobó el pasado mes de diciembre un real decreto para regular la instalación de puntos de carga aparcamientos públicos y privados. El objetivo es que los usuarios puedan cargar sus vehículos eléctricos sin problemas con independencia de donde se encuentren. Por esta normativa, todos los aparcamientos públicos deberán incluir una plaza adaptada para vehículos eléctricos por cada 40 disponibles. En el caso de los privados, se deberá fijar una preinstalación eléctrica para que cualquier persona interesada pueda disponer en su plaza de un punto de recarga para vehículos eléctricos.
Ejemplos de fomento a gran escala.
Hay grandes ciudades, e incluso países, que están optando abiertamente por el vehículo eléctrico. En China por ejemplo, se ha proyectado usar las farolas del alumbrado público como puntos de recarga, lo que permitiría incrementar el parque de vehículos eléctricos en uno de los países que más contaminación generan.
A nivel más local, el Ayuntamiento de Málaga, dentro del proyecto Smart City, puso en marcha una serie de ventajas para los poseedores de vehículos eléctricos. Así, quien disponga de este tipo de automóvil cuenta con tarifas reducidas en aparcamientos públicos, precios más económicos en la denominada ‘zona azul’ y puntos de recarga en distintos emplazamientos de la ciudad. Además, impulsó un programa de incentivo para que ciudadanos y empresas pudieran disponer, mediante el pago de un servicio de renting, de vehículos eléctricos con unas condiciones ventajosas.
Grandes problemas de los vehículos eléctricos.
Salvado en parte el problema del precio con las distintas subvenciones –se puede comprar un vehículo eléctrico desde unos 18.000 euros-, la autonomía de las baterías pasa a ser el principal escollo. Los vehículos eléctricos tienen hasta ahora una autonomía muy limitada que apenas le permite salir de la ciudad sin riesgo de quedarse con las baterías al mínimo. Por este motivo, la industria sigue trabajando aún en sistemas de recarga más sencillos y rápido, y, sobre todo, en baterías con más autonomía.
Y es que, además de la cuestión medio ambiental, el consumo de estos coches es su principal atractivo. Pese a que pueda suponer un incremento de la factura de la luz, El gasto que genera es muy inferior al de los vehículos de gasolina, situándose aproximadamente en 1,5 euros de media por cada 100 kilómetros.
#ConfíaenlaGA
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